El período amarniense acabó con el reinado de una serie de reyes, entre los cuales destacamos al joven Tutankhamón, cuya fama se debe no a su política ni hazañas durante su breve mandato sino por el descubrimiento de su tumba, intacta, en el año 1922 de la mano de Howard Carter. En este post sólo voy a fijarme en su tumba, concretamente en la serie de ataúdes que custodiaban su momia.
En primer lugar tenemos el Sarcófago de Piedra.
Realizado en arenisca silicata pintada, con una longitud de 275 cm y un ancho de 147 cm. Cuatro diosas protectoras aladas decoran las esquinas, está rematado en su parte superior con una cornisa en media caña. La tapa es de granito rojo aunque fue pintado en amarillo para igualarlo con el color del cuerpo del sarcófago número dos.
Ahora pasamos al Primer Ataúd.
Realizado en madera dorada con incrustaciones, tiene una longitud de 224 cm. Tres ataúdes antropomorfos se encajaron unos en otros con exactitud, envolviendo a la momia del rey cubierta con su máscara de oro. Este es el primer ataúd, el mayor, alojado en el sarcófago exterior de piedra. Sostiene en sus manos el cetro curvado y el flagelo; y alrededor de los emblemas del poder que coronan su frente, el uraeus y el buitre de Nekhbet.
El Ataúd Intermedio.
En madera dorada con incrustaciones, tiene una longitud de 204 cm. Aquí el rey lleva el clásico tocado real (nemes) y la barba trenzada de los dioses. Con especial esmero se elaboró el diseño de plumas que envuelven el cuerpo del ataúd.
El Ataúd de Oro.
Con una longitud de 188 cm estamos ante una verdadera maravilla en cuanto al arte de la orfebrería se refiere, el último ataúd interior de oro macizo, con un peso total de 110,4 kg. La decoración coincide con la del sarcófago intermedio y las inscripciones están grabadas en trazos de gran delicadeza.
Por último tenemos la momia de Tutankhamón con la famosísima máscara de oro. La máscara cubría la cabeza y los hombros de la momia del faraón. Fue labrada en una gruesa plancha de oro, engastando sus detalles con pasta de vidrio coloreado y fundido, además de diversas piedras ornamentales valiosas como lapislázuli, obsidiana, cuarzo y feldespato. El reinado de Tutankhamón duró nueve años, aunque el poder estuvo en manos de Horemheb.
A continuación os dejo una serie de imágenes complementarias, relacionadas con todo lo expuesto. Siempre fascinante y siempre eterno nuestro querido Tut.
Bibliografía.
Vázquez Hoys, A. Historia del Mundo Antiguo (Próximo Oriente y Egipto), 2007. Editorial Sanz y Torres.
¿Hay otros casos de faraones en los que se tomaran tantas molestias para preservar el cuerpo? Quiero decir, para no haber sido un reinado destacable, dadas su corta duración y la inexperiencia del faraón, la forma en que le inhumaron va mucho más allá de la devoción, a mi entender.
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Yo creo que de lo que hemos estudiado, no hubo otro en el que pusieran tanto empeño. Habría muchas preguntas al aire ¿fue idea del faraón tener una tumba tan espectacular, quizá lo dispuso así ? O por el contrario fue dispuesto por otra u otras personas? Sería interesante buscar si hay algún estudio sobre lo que planteas. Podría tener alguna relación con lo que se sospecha que hay detrás de la pared de su tumba? Creo que nuestro pequeño faraón aún tiene que darnos sorpresas 😃
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Cuestión de tiempo, ¿no?
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Los dioses dirán 😉
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Ahora as, es que he salido como anónimo la primera vez (¿?), bórralo si quieres
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Sí, lo he borrado para que salga el tuyo con el nombre.
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Ok
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buen blog
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bue blog
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Gracias!
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buen bloj
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